viernes, 11 de marzo de 2011

Manifiesto de la Iniciativa

La juventud de hoy en día estamos acostumbrados a que se nos acuse de ser una generación de blandengues, nos cuentan que somos incapaces de buscarnos las castañas debido a que, como nos lo hemos encontrado con todo hecho, no hemos sido capaces de adquirir una cultura de esfuerzo personal. Por lo tanto, se  nos repite una y otra vez, que el origen de los males no viene de las manos de nuestros políticos o de las altas esferas económicas, sino más bien de nuestra incapacidad y desmotivación personal a la hora de resolver nuestros problemas cotidianos.

Pues bien, llegados a este punto, podemos pensar de dos maneras: o aceptamos eso de que somos unos perfectos inútiles y no nos queda más remedio que tragar, ante cualquier empresario sin escrúpulos, para que nos puedan mangonear sin ningún problema hasta el día de nuestra utópica jubilación, o bien, caemos en cuenta de la cruda realidad en la que vivimos y decidimos hacer algo para intentar cambiarla. Y es de esta segunda actitud, de donde parte Iniciativa Juvenil. Esta organización nace con la idea de ser, tanto una plataforma de reivindicación y acción ante las injusticias que nos afectan, como una herramienta práctica y útil para nuestra propia supervivencia dentro de un entorno laboral, educativo y social cada vez más precarizado.

Exigimos una educación pública de calidad, sin restricciones, abierta para todo aquel que quiera estudiar, y sea cual sea su condición económica. Y le concedemos cada día más importancia a nuestra formación porque sabemos que ésta será la clave para defendernos en un entorno laboral tan agresivo e inestable como el de España, donde la tasa de paro de los menores de 25 años es la más alta de UE con más de un 40%, es decir hay 860.000 jóvenes que buscan trabajo, además de que somos nosotros mismos, la juventud, quien padece en primer grado las consecuencias de ser el país con una tasa de temporalidad más alta de la UE-27, lo que deja entrever el inmenso fraude empresarial. Considerando esto último insuficiente, ya que no se duda en seguir empeorando  ilimitadamente nuestros contratos precarios con la estimable ayuda de ETT’s con ánimo de lucro, contratos en prácticas, subcontratas…

También reclamamos nuestro derecho a una vivienda digna, como así se establece en el art. 47 de la C.E., lo que hasta ahora significa emprender una odisea para aquellos jóvenes que decidimos emanciparnos. En este aspecto, también queremos denunciar que no hemos recibido ayuda alguna, algo que se evidencia, por ejemplo, en la gran escasez de viviendas de protección pública, lo que ahora se traduce en más de 100.000 familias amenazadas por desahucios. Familias que en muchos casos, han visto imposible el pago de sus abusivas hipotecas por la situación crítica a la que les ha arrastrado la crisis con el beneplácito, como no, de nuestra actual todopoderosa banca privada.

Todo ello gracias al impulso recibido por parte de los diferentes gobiernos, tanto PSOE como PP, que no han dudado en agravar cada vez más la situación mediante una política de dejadez, basada en la apertura de las ETT’s y la implantación sistemática de reformas laborales. La búsqueda a toda costa de la competitividad y la eficiencia por encima del interés social, al contrario de lo que también refrenda nuestra Constitución, perseguidas tanto por la Unión Europea, así como la sumisión de nuestro gobierno ante la presión del más que corrupto y antidemocrático sistema financiero, nos han obligado a pagar por cuenta propia los desbarajustes de una crisis que, en ninguno de los casos, ha sido provocada por los trabajadores, los estudiantes y mucho menos la juventud.

Para colocar la guinda al pastel, en la Región de Murcia nos encontramos ante una situación insostenible para los pocos restos que quedan del Estado del Bienestar. El despilfarro del gobierno popular ha culminado con un recorte sin precedentes sobre los derechos de los murcianos. Este gobierno ha preferido recortar en políticas de carácter más redistributivo, como son las de discapacidad, natalidad o ayudas al estudio, evitando confrontarse una vez más con las rentas del capital y los sectores más privilegiados de nuestra sociedad. Adiós al Bono-libro, con lo que se abandona a las familias más desfavorecidas; aumento de la ratio de alumnos por clase; bajas que no se van a cubrir a no ser que sean de un mes, y mientras tanto los alumnos desatendidos; eliminación de los apoyos: aquellos niños que por desgracia hayan nacido con mayores dificultades de comprensión, quedaran desamparados.

Por lo tanto en este contexto de retroceso histórico, Iniciativa Juvenil llama a todos los jóvenes, ya sean estudiantes, trabajadores o en paro, a llevar a cabo una acción organizada, solidaria, constructiva, y eficaz que nos sirva para superar las pésimas condiciones laborales, educativas y sociales que hemos heredado, de manera forzosa, en estos tiempos revueltos. No tires la toalla antes de intentarlo:

Frente a la injusticia social… ¡Iniciativa Juvenil!

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